10-Enero-2017 – Tras el cierre de 2016, y a falta de afinar las cifras, parece ser que la inversión inmobiliaria en España superará los 13.900 millones de euros, que es un 8% más que en 2015, y un 45% más que en 2014.
Curiosamente, en el último trimestre de 2016 se han realizado operaciones por un importe total de 7.500 millones de euros. Esto equivale a la suma de lo registrado en los años 2011, 2012 y 2013.
Del total de inversiones, se estima que un 37% proceden de inversores extranjeros (de ahí nuestra preocupación por el Brexit). Si bien los mayores inversores son los americanos, a continuación los alemanes y en tercer lugar los británicos.
De momento, todos los inversores se mueven con cautela. La rentabilidad que se obtiene en las inversiones inmobiliarias (en torno al 4%) está muy lejos de la locura de los años del “boom”.
Está muy bien que se reactive el sector, que aumente la construcción y se generen puestos de trabajo. Pero una vez más, reiteramos que no nos gustaría que un aumento en las rentabilidades atrajera a los inversores como moscas a un panal, lo que haría a su vez que los precios de las viviendas se volvieran a disparar, lo que atraería a más inversores…
Es decir, el círculo vicioso que ya conocemos, y que tan mal acabó en el ciclo anterior.